14 octubre 2010

Día Mundial de la Alimentación 2010



El Día Mundial de la Alimentación se celebra hoy con la triste realidad de mil millones de personas desnutridas en el mundo, 100 millones más que en 2008.
La efemérides, promovida por Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) es seguida en 150 naciones del planeta, donde uno de cada seis individuos pasa hambre.
Un informe de la FAO divulgado la víspera sobre el hambre expresa que por la recesión los pobres disminuyen sus comidas e ingieren alimentos menos nutritivos, además de recortar sus gastos de sanidad y educación.
Para esa organización las inversiones agrícolas y las redes de seguridad siguen siendo vitales en una respuesta eficaz para reducir la inseguridad alimentaria.
El director general de la FAO, Jacques Diouf adelantó que en la ceremonia por la fecha hará hincapié en que el aumento de los hambrientos no es consecuencia de una pobreza global en las cosechas, sino de la crisis económica mundial.
En tal sentido convocará a la comunidad de donantes a incrementar la ayuda a la agricultura, hasta alcanzar los niveles de 1980, cuando Asia y América Latina fueron salvadas de la devastación de las hambrunas de los años 70.
Ahora hacen falta recursos para alimentar a más de mil millones de personas que sufren hambre y asegurar que la población mundial, que pasará de seis mil 800 millones a casi nueve mil 100 millones en 2050, tenga suficiente reservas para alimentarlos.
En un mensaje por la efemérides el Papa Benedicto XVI afirmó que para garantizar la seguridad alimentaria mundial es imprescindible modificar los estilos de vida y de pensar.
Precisó que el hambre será derrotada sólo cuando se promueva el desarrollo agrícola de los países más pobres y la inversión en infraestructuras rurales.
Agregó en la misiva la urgencia de garantizar "el pan diario" a todos los que no lo tiene, así como la necesidad de eliminar el flagelo del hambre, lo cual significa una adecuada y sana alimentación y un derecho de la vida.




Unidos contra el hambre
El 16 de octubre de 2010, el Día Mundial de la Alimentación entra en su 30º año. Con ocasión de esta efeméride también se conmemora el 65º aniversario de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. El tema de este año es Unidos contra el hambre y fue escogido con el fin de reconocer los esfuerzos realizados en la lucha contra el hambre en el mundo a nivel nacional, regional e internacional.
La unión contra el hambre se vuelve una realidad cuando el Estado y las organizaciones de la sociedad civil trabajan en asociación con el sector privado a todos los niveles para erradicar el hambre, la pobreza extrema y la malnutrición. De este modo, la colaboración entre organizaciones internacionales, en especial las que tienen sede en Roma [la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA)], desempeña una función estratégica decisiva a la hora de dirigir los esfuerzos mundiales con el fin de alcanzar el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (Erradicar la pobreza extrema y el hambre), que exige reducir a la mitad la proporción de personas hambrientas del mundo para el año 2015.
El sistema de las Naciones Unidas y otros participantes se unen en el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS) de la FAO. El recién reformado Comité no solo cuenta con Estados Miembros, sino también con organismos de las Naciones Unidas, tales como el FIDA, el PMA o el Grupo de Acción de Alto nivel del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la crisis de la seguridad alimentaria mundial, así como otras organizaciones cuya labor se centra en la esfera de la seguridad alimentaria y la nutrición. En el Comité participan la sociedad civil, las ONG y representantes de todos los afectados por la inseguridad alimentaria, así como instituciones internacionales de investigación agrícola, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, bancos regionales de desarrollo y la Organización Mundial del Comercio; en el futuro, se abrirá al sector privado y a fundaciones filantrópicas. Actualmente, recibe asesoramiento de un Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición, de tal manera que puede tomar decisiones rápidas e informadas. En unos 30 países, existen alianzas nacionales compuestas de organizaciones de la sociedad civil (OSC) y organismos gubernamentales que colaboran de manera activa para fomentar las actividades de promoción y sensibilización; su compromiso se vio fortalecido después de la reciente consulta internacional celebrada en la Sede de la FAO en junio de 2010.


En la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria, es decir, la “Cumbre sobre el hambre”, que tuvo lugar en noviembre de 2009, se aprobó una declaración en la que se renovaba el compromiso contraído en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 para la erradicación definitiva del hambre de la faz de la Tierra. En la Declaración también se exigía un aumento de la financiación nacional e internacional destinada a la agricultura, nuevas inversiones en el sector rural, la mejora de la gobernanza de los problemas relacionados con la alimentación en colaboración con actores importantes de los sectores público y privado, y más medidas para afrontar la amenaza que el cambio climático supone para la seguridad alimentaria.
En 2009, se alcanzó el umbral crítico de mil millones de personas hambrientas en el mundo, en parte debido a la subida de los precios de los alimentos y a la crisis financiera, lo que constituye, según el Sr. Jacques Diouf, Director General de la FAO, un “trágico logro en estos tiempos modernos”. En vísperas de la celebración de la Cumbre sobre el hambre, el Dr. Diouf puso en marcha una petición en línea para reflejar la vergüenza moral que supone esta situación. El proyecto “1 000 millones de hambrientos” invita a la gente a través de los medios sociales en línea a firmar la petición contra el hambre que se encuentra en la página web www.1billionhungry.org.



Una revolución agrícola para alimentar el futuro
La producción de alimentos se deberá incrementar en un 70 % para alimentar a una población de 9 000 millones de personas en 2050. Debido a la escasez de tierras, los agricultores se verán obligados a obtener un mayor rendimiento de la tierra ya cultivada en lugar de expandir sus explotaciones. Sin embargo, la producción alimentaria intensificada ha supuesto tradicionalmente un aumento de la dependencia con respecto a los plaguicidas y fertilizantes y un uso excesivo del agua, lo que puede degradar los suelos y los recursos hídricos.
¿Por qué combinamos el tema Unidos contra el hambre con la necesidad de poner en marcha una nueva revolución verde?
Porque queremos destacar que ni la tarea de incrementar la producción de alimentos en tal cantidad ni el subsiguiente objetivo de que todos deban tener acceso a dichos alimentos es responsabilidad de un solo actor. Pero mediante asociaciones con gobiernos, centros y universidades de investigación, asociaciones de agricultores y grupos de presión, el sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil y el sector privado trabajando de manera conjunta, se puede conseguir.
En caso de producirse las millones de toneladas adicionales de alimentos, ¿tendrá todo el mundo su parte? Actores procedentes de diversos sectores (sociedad civil, educación, espectáculo y deporte, organizaciones no gubernamentales, etc.) pueden cooperar entre ellos con el fin de amplificar el mensaje de que la sociedad debe prestar especial atención a que nadie pase hambre. La FAO, por ejemplo, se ha unido al conocido mundo del deporte profesional. Junto con los jugadores y directores de la Asociación Europea de Ligas de Fútbol Profesional y otras ligas de fútbol, así como sus seguidores, la Organización hace hincapié en la importancia del problema del hambre a través de actos y sofisticadas campañas de comunicación.




Producir toda la cantidad adicional de alimentos
¿Quién va a producir toda esta cantidad adicional de alimentos? Los pequeños agricultores y sus familias suponen alrededor de 2 500 millones de personas, más de un tercio de la población mundial, por lo que, en el presente documento temático, es su contribución al incremento de la producción alimentaria lo que pretendemos destacar. Podemos fomentar su futura contribución a la producción de alimentos y, como consecuencia, también ayudarlas a salir de la pobreza y la malnutrición.

Es posible conseguir este objetivo sin dañar el medio del que depende la agricultura. Se puede aumentar la producción de cultivos de un modo sostenible a través de la aplicación de políticas y tecnologías adecuadas, así como de enfoques que complementen la labor de la naturaleza. En otras palabras, el incremento sostenible de la producción de cultivos hace referencia a la utilización racional de las aportaciones externas relativamente más inocuas en el momento adecuado del ciclo de crecimiento y en la cantidad idónea. Las prácticas basadas en estos principios se pueden describir como un “enfoque ecosistémico”, que se fundamenta en diversos “servicios ambientales” disponibles en la naturaleza. Actualmente, en la mayoría de los casos los insumos agrícolas no se emplean de la manera más eficaz; sin embargo, su utilización óptima permitirá que se exprese al máximo el potencial pleno de otros insumos, tal como se explica a continuación.


La cantidad de alimentos requerida para cubrir las necesidades de nueve mil millones de personas no se podrá producir sin fertilizantes minerales. Aun así, estos se deberían utilizar con prudencia a fin de reducir los costos de producción y las repercusiones medioambientales. La gestión integrada de plagas combina el cultivo de variedades resistentes a las enfermedades, el control biológico de las plagas, las prácticas culturales y la utilización prudente de los plaguicidas para aumentar la producción, disminuir los costos y reducir la contaminación del agua y el suelo. No hay duda de que optimizar la utilización de plaguicidas es bueno para el medio ambiente y para la salud humana, pero también ahorra dinero a los agricultores, que pueden reinvertirlo en sus explotaciones agrícolas o destinarlo a la compra de alimentos nutritivos para sus familias. La agricultura de conservación es otro ejemplo de enfoque ecosistémico que se basa en una serie de servicios ambientales. El incremento de la materia orgánica del suelo aumenta la capacidad de este de retener el agua, reduciendo o eliminando con ello la necesidad de riego.


La producción alimentaria debe aumentar lo suficiente como para satisfacer la demanda futura. Los Estados nación a través de sus gobiernos ponen en vigor leyes, normas, reglamentos y programas. A diversos niveles, el Estado posee la autoridad de alentar una agricultura ambientalmente responsable. Por ejemplo, puede aprobar leyes que estabilicen la tenencia de la tierra, de modo que los agricultores se sientan seguros en sus tierras y adopten métodos de cultivo para producir los alimentos necesarios con una perspectiva a largo plazo, que comprenda la protección de los recursos naturales. También puede controlar la calidad de los productos utilizados y asegurarse de que están correctamente etiquetados, comercializados y preparados para minimizar los riesgos. Los gobiernos deben promover el enfoque ecosistémico a través de sus políticas y de la legislación.


Los estados también deben actuar conjuntamente para mantener una producción de alimentos y una seguridad alimentaria sostenibles. Por ejemplo, en 2009 en L’Aquila (Italia), los países del G8 junto con otros países y organizaciones aprobaron los principios fundamentales para mejorar la seguridad alimentaria que se citan a continuación: utilizar un enfoque amplio, invertir en planes dirigidos por los países, reforzar la coordinación estratégica, multiplicar los beneficios de las instituciones multilaterales y cumplir unos compromisos sostenidos y responsables.


En la reunión del G8 de 2010, celebrada en Muskoka (Canadá), los países señalaron la relación entre las inversiones transfronterizas y el desarrollo, y el hecho de que la asistencia oficial para el desarrollo por sí sola no es suficiente para lograr la seguridad alimentaria mundial. También destacaron la importancia de aumentar la inversión internacional en los países en desarrollo de manera responsable y sostenible.
En este Día Mundial de la Alimentación de 2010, en el que nunca ha habido más hambrientos en el mundo, reflexionemos sobre el futuro. Con voluntad, valor y perseverancia (y numerosos participantes trabajando juntos y ayudándose entre sí) se podrán producir más alimentos, de manera más sostenible, y se llenarán los estómagos de aquellos que más lo necesitan.



Si desea más información, puede dirigirse a:
Unidad de Coordinación del Día Mundial de la Alimentación
Oficina de Comunicación y Relaciones Exteriores
FAO, Viale delle Terme di Caracalla - 00153 Roma, Italia
Correo electrónico: World-Food-Day@fao.org; Fax: +39-06-570-53210
URL:  www.fao.org/getinvolved/wfd  


2 comentarios:

  1. Algunos preguntan...Porque Dios permite esto...!!!! Y la verdad Dios NO permite esto....Lo permiten las naciones y políticos cegados por la ambición... Los cuales no realizan leyes para la gente, si no que para las compañías e industrias que tiene ganancias millonarias y se posan en los países más ricos en minerales, pero más pobres en sus derechos… DECIRLES QUE EN EL MUNDO ALUMBRA EL SOL PARA TODOS….Los RICOS no lo tapen y compártanlo con los que no tienen…POR FAVOR..!!!! si sus arcas no se verán vacías por dar un micro porcentaje de estas para superar este tipo situaciones … Todo lo contario , sus corazones serán recordados con respeto y aporte para esta humanidad que Dios nos dio…

    LSM

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